Para recapitular, esta es una movilización que inició el día viernes 16 de noviembre en Valparaíso por los trabajadores eventuales del Terminal Pacífico Sur (TPS). La principal causas que motivó a los trabajadores, fue la baja en sus turnos de trabajo, producto de la fuerte competencia con el puerto de San Antonio.
En segundo lugar, los trabajadores denunciaron sus precarias condiciones laborales y la ausencia de una legislación que les ofrezca los mismos derechos que tiene cualquier otro trabajador en Chile, como por ejemplo: salario mínimo, vacaciones pagadas, entre otros.
Y finalmente, exigían un bono compensatorio de 2 millones de pesos (por las bajas en turnos), la entrega de un crédito blando de 500 mil pesos, la eliminación de las listas negras (para evitar represalias post movilización) y la conformación de una mesa de trabajo.
TPS confirmó una reunión –recién el día 11 de diciembre– con los trabajadores para ver si lograban llegar a un acuerdo. Posterior a ello, la empresa afrmaba que el bloqueo al acceso del puerto de Valparaíso había terminado. No fue así.
Dos días después, los trabajadores se reunieron nuevamente con TPS, pero ahora también con Ultraport. Tras esto se dio por establecida la mesa de trabajo. No obstante, al salir de la reunión, los trabajadores no estaban satisfechos, ya que la empresa no tocó el tema de las listas negras y tampoco se dejó establecido el monto del bono.
Fue posterior a esto, que los trabajadores lanzaron su primera amenaza, la que se convertiría en una demanda prácticamente nacional y contaría con el apoyo de miles de trabajadores a lo largo de Chile: «Si no hay navidad para los portuarios, no hay año nuevo en Valpo«.
El día sábado 15 de diciembre, los trabajadores rechazaron la propuesta de la empresa de otorgarles un préstamo de 350 mil pesos y una gift card de $200 mil.
El gobierno se unió finalmente al conflicto el día miércoles 19 de diciembre en una reunión en el Ministerio del Trabajo, conformada por cuatro líderes del movimiento sindical de los portuarios: Pablo Klimpel (principal vocero del movimiento), Roberto Rojas, Osvaldo Quevedo y Luis Flores.
Con respecto a la tardía unión del gobierno al conflicto, Klimpel declaró al programa Última Mirada: «no me parece que sea un conflicto entre privados, es una forma del Estado de Chile de desentenderse de lo que pasa en la relación laboral de los puertos»
Tras haberse excusado, alegando que el conflicto portuario era uno «entre privados», el gobierno se vio en la obligación de intervenir. Por lo tanto, el presidente Sebastián Piñera señaló: «se acabó el tiempo de las intransigencias» mientras llamaba a la «madurez, el diálogo y el sentido común» a ambas partes. En dicha instancia, se firmó un preacuerdo que otorgaría beneficios por hasta $1.370.000. Mismo documento que fue rechazado por la asamblea.
Con respecto a la movilización, y a la salida de la reunión en la que los trabajadores rechazaron el preacuerdo, el presidente del holding Ultramar, Richard Von Appen, declaró que «esto es un regalo, no necesita ninguna asamblea, solamente ellos tienen que decir si la toman o no la toman«. Agregó que «somos intransigentes con los que han violentado a nuestras personas y atacado nuestras oficinas.» El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp le respondió que «si no quiere ayudar a la solución, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”.
El día viernes 21 de diciembre del año 2018, durante la madrugada,
concluyó la segunda movilización portuaria más importante de Chile. Tras horas de negociación, los portuarios llegaron a un acuerdo que consiste en un préstamo de 550 mil pesos, una gift card de $250 mil, un aguinaldo de $75 mil, todos con fecha de pago el día 24 de diciembre, horas antes de la noche de navidad. Asimismo, bonos de mantención y asistencia -por parte del gobierno, por $750 mil y 400 mil pesos, respectivamente.
Finalmente, Klimpel declaró a Cooperativa que pese al eventual fin del paro portuario, «este movimiento todavía no ha terminado. Estamos en alerta mientras no se firmen los papeles y se hagan los acuerdos que nosotros pedimos».