Estimado señor Salah:

Le escribimos esta carta pública esperando que llegue el contenido de la misma a sus oídos. Hace dos años atrás le escribimos otra carta, enviada por correo, la cual usted nunca respondió. En esa anterior misiva le preguntábamos por el futuro de los trabajadores de CDF ante el inminente proceso de venta. Los trabajadores no fuimos escuchados.

Hoy nos permitimos escribirle otra carta, esta vez públicamente, y por motivos que van más allá de nuestros propios intereses.

Le solicitamos que permita la realización de un minuto de silencio en memoria del comunero mapuche Camilo Catrillanca. Creemos que es un noble gesto, y necesario además, para la búsqueda de una solución pacífica a un conflicto que ningún gobierno ha querido resolver por vía del dialogo.

Rechazar la realización de un gesto simbólico, pero tan potente y significativo, es fomentar la violencia que acabó con la vida de Camilo Catrillanca. Como trabajadores creemos que tenemos el derecho de cuestionar su decisión, y de emplazarlo realizar un gesto que de una señal de respeto ante el tragedia que significa el asesinato de Camilo Catrillanca.

Al igual que la muerte de Camilo, no queremos más víctimas de la violencia, como la que nos arrebató las vida de nuestros compañeros sindicalistas Nelson Quichillao y Juan Pablo Jiménez.

Creemos que el fútbol no es un ámbito que este ajeno a la realidad del país. Por el contrario, creemos que el fútbol une a la personas, más aún cuando juega nuestra selección.

“Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, reza el memorial de los detenidos desaparecidos del Estadio Nacional. Que entonces el fútbol sea parte de la construcción de una sociedad sin violencia y más justa.