El conflicto del Estado chileno con los mapuche data de la segunda mitad del siglo XIX. Ha estado marcado principalmente por los reclamos de las comunidades originarias que solicitan reconocimiento de identidad cultural, recuperación de tierras ancestrales, libertad de economía y producción, y finalmente, autonomía jurisdiccional, es decir, capacidad de regirse por el derecho propio.

Durante el siglo XIX Argentina junto a Chile decidieron delimitar e instaurar su poder por sobre los pueblos originarios. Ambos países diseñaron planes para llevar a cabo su cometido y los llamaron -eufemísticamente- “Conquista del Desierto” y “Pacificación de la Araucanía”, respectivamente.

La “Pacificación de la Araucanía” fue una operación realizada en el año 1861 en Chile, liderada -y creada también- por el militar Cornelio Saavedra. En el gobierno de José Joaquín Pérez, el proyecto colonizador de Saavedra fue aprobado. En años posteriores las tropas chilenas se enfrentaron con el pueblo mapuche en una violenta guerra que dejó miles de muertos.

En los dos países mencionados cientos de mapuche fueron asesinados, se les arrebataron sus tierras, y las que les quedaron a los sobrevivientes, eran infértiles y se degradaron al poco tiempo después. El saldo de dicha “pacificación” fue de muchas bajas, pero principalmente, fue la expulsión del pueblo mapuche de su propio territorio.

Ya en el siglo XX, en el año 1969, el pueblo mapuche inició el Cautinazo, movimiento que generó tomas y recuperación de territorios antiguamente mapuche, denominado así por haberse dado en la provincia de Cautín. Esta rebelión fue contra la Reforma Agraria y la histórica visión campesinista del Estado chileno.

Hoy en día el conflicto se vuelve a avivar con más fuerza que nunca. Camilo Catrillanca, un joven de origen mapuche, -nieto del lonko Juan Catrillanca- fue vilmente asesinado por la espalda por efectivos del Comando Jungla de Carabineros. Este último es un grupo denominado por el presidente Sebastián Piñera como una policía antiterrorista. Son miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) que se entrenaron en Colombia y Estados Unidos con el fin de combatir con grupos organizados en zonas de conflicto.

Catrillanca, comunero mapuche de 24 años, fue asesinado con una bala en la nuca, el día miércoles 14 de noviembre del 2018 en la comunidad mapuche de Temucuicui en Ercilla. En el momento de su muerte se encontraba trabajando en un tractor junto a otro joven de 15 años, quien entregó su testimonio al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). En él, el joven relata que el comando les disparó en un principio balines de goma. Sin embargo, de un momento a otro, les comenzaron a disparar con armamento letal. En ese instante, Catrillanca le ordenó al adolescente agacharse y cubrirse. Posteriormente, el joven observó a Camilo y se percató de que le habían disparado.

Junto con ello, el adolescente señaló que está en condiciones de identificar al asesino de Catrillanca. Además, aportó datos de suma importancia para la investigación. Cuando el menor se bajó del tractor, Carabineros lo golpeó, lo detuvo y lo llevó a constatar lesiones. En el camino, dentro del móvil, el joven pudo ver cómo los uniformados procedían a cambiar las memorias de las cámaras GoPro –que deben llevar por obligación en cada operativo que realicen-. Éstas contenían la grabación del asesinato de Catrillanca.

Desde el día de su muerte hasta el día de hoy, ha habido múltiples manifestaciones en todo el país. En primer lugar, reclamando por la violencia desmedida desatada en el wallmapu y segundo, exigiendo la salida del ministro del interior, Andrés Chadwick, y también la renuncia del intendente de la Araucanía, Luis Mayol, quién ayer martes presentó su dimisión al cargo. Esto por todas las irregularidades, incongruencias e injusticias cometidas en la muerte del comunero.

Autoridades de gobierno, locales y Carabineros de Chile han expresado opiniones y desmentido posteriormente sus propias declaraciones. En un principio se señaló a Camilo como sospechoso del robo de un par de autos desde una escuela cercana, motivo por el cual se habría desplegado el grupo especial del GOPE. Chadwick no se presentó a tiempo a hablar en su calidad de vicepresidente de la república (el presidente Piñera se encuentra afuera del país) y respaldó completamente la labor de Carabineros. Por su parte, Mayol culpó a Catrillanca del robo, sin tener las pruebas necesarias. Finalmente, el director general de Carabineros, Hermes Soto, indicó que se desconoce el origen de la bala que le quitó la vida a Camilo.

El conflicto en el wallmapu debe tener una solución política, y no una policial. Este asunto no es una materia que deba ser abordada como si estuviéramos hablando de delincuencia común. Para esto se hace necesario desmilitarizar las comunidades mapuche que son objeto del hostigamiento constante (y de asesinatos como en el caso de Camilo Catrillanca, Alex Lemún, Matías Catrileo, Jaime Mendoza Collío, entre otros) de parte de Carabineros.

Además, darle un carácter terrorista o delictual al conflicto esconde los grandes intereses económicos que existen detrás de las empresas forestales, quienes, con una política extractivista, son la antítesis de la cosmovisión de los pueblos originarios y de su relación con los recursos naturales.    Esta problemática debe contar con la voluntad política de las partes para llegar a un acuerdo nacional que incluya, entre otras medidas, la restitución de las tierras usurpadas, el reconocimiento constitucional a los pueblos originarios y dar altos niveles de autonomía mediante la creación de un Estado plurinacional.